Mike Servito

MIKE SERVITO | EL BÚNKER NUEVA YORK | MARCOS

Algunos DJ irrumpieron en escena como una supernova, desapareciendo con la misma rapidez. Otros tardan años, incluso décadas, en abrirse camino, pero esos son los que tienen el mayor impacto, gracias a toda una vida de sabiduría musical acumulada. Mike Servito es un excelente ejemplo de esto último. Su carrera se define por un ascenso lento y constante a los rangos superiores del reino de los DJ y, en el camino, perfeccionó un estilo jacking que es a la vez house, acid y techno, un sonido que rinde homenaje al pasado sin dejar de ser muy gran parte del momento.

Servito, nativo del área de Detroit, obtuvo su primera educación al sintonizar Electrifying Mojo and the Wizard (el apodo de radio de Jeff Mill). A principios de la década de los 90, Servito estaba preparado para probar suerte en las artes de los DJ: "Estaba un poco engreído al respecto", dice. “Sabía que podía hacerlo”. Y tenía razón: en el semillero de DJ de Detroit, interiorizando el conocimiento que brillaba de gente como Mike Huckaby y Claude Young, siguió trabajando en ello hasta que se estableció como una fuerza a tener en cuenta en el circuito de Motor City, convirtiéndose finalmente en un miembro de buena reputación con el círculo interno de Ghostly International.

Pero Servito sintió la necesidad de un cambio del ambiente a veces insular de Detroit. A fines de la década de 2000, vivía en Nueva York sin ningún plan de juego real. Resultó que en realidad no necesitaba uno: pronto se unió a la principal fiesta tecno de la ciudad, The Bunker, y se convirtió en uno de sus principales residentes. Casi al mismo tiempo, estaba comenzando a dar a conocer su presencia a escala mundial, llenando pistas de baile con conciertos en los Estados Unidos y en todo el mundo. Pero fue un desaire en un festival local en 2014 lo que realmente puso las cosas en marcha.

Servito había tocado en Movement una vez antes, en 2011. “Y entre entonces y 2014”, recuerda, “estuve tocando en tantas fiestas de Bunker, en tantos conciertos geniales y mi perfil estaba aumentando, así que estaba seguro de que me contratarían. otra vez." La invitación nunca llegó. En cambio, se reservó en todas las fiestas posteriores de Movement que pudo, una de las cuales fue la anual No Way Back, un evento legendario organizado por The Bunker New York y el sello Interdimensional Transmissions de Detroit. El set, un asunto ruidosamente sudoroso de bleeps-and-beats, fue grabado para la posteridad; inesperada pero merecidamente, obtuvo un reconocimiento como la mezcla en línea número 1 del año en Resident Advisor.

Esa fue la chispa que encendió la carrera de Servito, el empujón que lo llevó a lo más alto. Desde entonces, ha cimentado su estatus como uno de los giradores más respetados, manejando regularmente las cubiertas en salas tan sagradas como el Panorama Bar de Berlín, el XOYO de Londres y el Contacto de Tokio, sin mencionar los mejores festivales del mundo, incluido, por supuesto, el Movimiento. Y hasta el día de hoy, su enfoque para pinchar es refrescantemente simple: "Realmente no pienso en eso", dice, "cuando estoy tocando, simplemente me sumerjo y estoy bien". Está mucho más que bien, es uno de los mejores.